
17 Photos
ADRIAN LASTRA CELEBRA EN HOLLYWOOD SU 34 CUMPLEAÑOS
¿A quién o qué le estás más agradecido Adrián en la vida? "A mis padres, por supuesto. Por su cariño siempre, por su apoyo, por emocionarse cada vez que ven mi trabajo o que me subo a un escenario. Son para mí una fuente de felicidad. La energía constante de su amor me mantiene activo siempre".
ADRIAN LASTRA CELEBRA EN HOLLYWOOD SU 34 CUMPLEAÑOS
Es una persona profunda y espiritual, y como casi todos, en la búsqueda constante: "Llevo un tiempo explorando, leyendo acerca de las energías, de la reencarnación, es fascinante… De cómo lograr llevar el yo hasta tu máxima potencia. Creo en eso, en trabajar en la consciencia de uno: conocerte mejor te hace ser mejor, ser más fuerte, saber dónde quieres ir y qué quieres hacer para lograrlo"
ADRIAN LASTRA CELEBRA EN HOLLYWOOD SU 34 CUMPLEAÑOS
Así recapacita en lo profesional acerca de su aventura Lalaland: "Hay mucho hambre de triunfar…. Está en el ambiente. Tienes que conocer, tienes que ir a esta fiesta, tienes que reunirte con tal… Eso no va mucho con mi forma de ser. Esta carrera no es de metros, es de kilómetros; no de velocidad, de fondo… Amo mi profesión y creo que se construye día a día. Aquí la gente es bastante interesada y se acercan unos a otros constantemente buscando algo, eso se nota en el ambiente y es un poco desagradable".
ADRIAN LASTRA CELEBRA EN HOLLYWOOD SU 34 CUMPLEAÑOS
Perseverar y trascender en la carrera de actor es duro y Adrián lo sabe muy bien. "Nosotros tenemos una pasión por nuestro trabajo, ojo que no es amor, es pasión, que si lo máximo sería tener un cien por cien, nosotros tenemos un seiscientos por ciento".
ADRIAN LASTRA CELEBRA EN HOLLYWOOD SU 34 CUMPLEAÑOS
"Lo que más extraño de mi infancia son los seres queridos que se fueron antes de tiempo, los recuerdos más fuertes que tengo son los de aquellos que se fueron… Mis partidas de futbolín con mi tío a los siete años, por ejemplo. Por desgracia, tengo demasiada gente ahí arriba: mis tíos, mis cuatro abuelos y muchos amigos. Debo llevar más de dos mil quinientas funciones de teatro a lo largo de mi vida ¿no?… Pues cada vez que me subo a un escenario, siempre miro al cielo y digo: estoy aquí por vosotros".
ADRIAN LASTRA CELEBRA EN HOLLYWOOD SU 34 CUMPLEAÑOS
"Tengo fe, creo en muchas cosas… Creo que la espiritualidad es una experiencia muy personal. No soy una persona religiosa, pero siento mucho el poder de las energías, del alma de las personas, creo en esa fuerza que nos hace querer ser mejores, no gracias a nadie, a un nombre que pongamos a un “ser especial”, soy más de energías, de amor, de solidaridad, de la intención que nace desde el corazón de uno mismo por ser mejor"
ADRIAN LASTRA CELEBRA EN HOLLYWOOD SU 34 CUMPLEAÑOS
Si pudiera conversar con su niño interno, esto le diría al cumplir ahora 34 años: "Adrián, disfruta de la vida, disfruta de todo, disfruta de tu gente, porque nunca sabes cuándo es el final; ríete, haz el gamberro, sé quien quieras ser. Disfruta mucho de lo que tienes y de lo que no tienes, que disfrutar de lo que no tienes, también es muy bonito".
Adrián Lastra, el actor español que Velvet catapultó a la fama, cumple treinta y cuatro años en Hollywood y lo celebra en nuestro Blog de Los Angeles. Mejor plan, imposible. Pero que nadie crea que el artista que esconde Pedro Infante en la planta baja de las Galerías Velvet triunfó de la noche a la mañana. Cuando Velvet llamó a su puerta, Adrián Lastra tenía ya una importante carrera a sus espaldas desde que a los dieciocho años siguiera desde el corazón la llamada de su vocación y dejara todo por amor al arte. Conversar con él es toda una inspiración: lucha por tus sueños parece el resumen de su vida. Y le ha funcionado. En esta carrera artística, sólo apta para los muy valientes, Adrián sigue forjándose un futuro después de que Hollywood le recibiera con las puertas abiertas. A la semana de su llegada, estaba rodando una película junto a William Levy y Alicia Sanz, Killing Sarai.
A punto de regresar a España para seguir rodando Velvet Collection, nos vamos con este actor español de paseo a Málibu. Al conocerle, entiendo que es un pedazo de actor porque en él no hay ni rastro de Pedro Infante: Adrián Lastra es un tipo guapísimo, carismático, con unos ojazos verdes que no le caben en la cara y con un cuerpo de bailarín que define su compostura cada vez que mueve una pierna o levanta un brazo. Yo creo que no tiene ni idea de lo guapo que es y supongo que es parte de su encanto, así que mejor no le decimos nada no vaya a ser que se lo crea y perdamos esos matices tan tiernos qué da como nadie en la pantalla. Para que disfruteis de él como yo, os dejo aquí nuestra conversación. ¡Gracias Adrián por tu tiempo! ¡Feliz cumpleaños y vuelve pronto!
– Antes de nada, cuéntanos tu experiencia en Lalaland, cómo has vivido tú la llegada a la ciudad de Los Ángeles.
– Lo que me hizo lanzarme para acá es que tenía muchas ganas de curiosear cómo iba el business en Hollywood. Como era la primera vez que venía, lo he percibido desde el punto de vista de un turista también, he aprendido y conocido un mundo nuevo. A la semana de llegar, entré en un proyecto para rodar una película en Santo domingo, Killing Sarai con William Levi y Alicia Sanz, lo cual fue una maravilla. Pisar esta tierra y a la semana salir un proyecto, es un golpe de suerte que poca gente puede contar. Me encanta la ciudad, me encanta el clima, me gusta la forma de vida que se resume en una cosa: trabajar. La gente se despierta y lo tiene claro. En vez de caminar por la calle, se van a hacer un hike a la montaña y, si quieren ver gente, se van a un mall, al Grove, al Promenade de Santa Mónica, a la calle de Abbot Kenney… Son muy pocos lugares donde puedes hacer planes con gente. El resto del tiempo, la gente se dedica exclusivamente a dos cosas, conducir y trabajar.
– Y lo que no te gusta de LA…
– Por un lado está genial y me gusta porque es muy productivo; por el otro, echo de menos la vida social, bajar al bar a tomarte una caña con los amigos en cinco minutos… Aquí llamas a alguien y preguntas: ¿nos vemos? Y te dicen, sí, claro, puedo el miércoles de la semana que viene… Y tú, ¿en serio? Todo el mundo me advirtió que LA era muy solitario y es verdad, tener una vida social cuesta mucho, aunque creo que lo he logrado, tengo un pequeño grupo de amigos a los que veo bastante. En resumen, LA me ha tratado muy bien. Mucha gente me ha abierto las puertas de su casa, me ha dado su cariño, me ha dado su amor, eso es una bendición, una maravilla.
– Y en el aspecto laboral…
– Hay mucho hambre de triunfar…. Está en el ambiente. Tienes que conocer, tienes que ir a esta fiesta, tienes que reunirte con tal… Eso no va mucho con mi forma de ser. Esta carrera no es de metros, es de kilómetros; no de velocidad, de fondo… Amo mi profesión y creo que se construye día a día. Aquí la gente es bastante interesada y se acercan unos a otros constantemente buscando algo, eso se nota en el ambiente y es un poco desagradable. Obvio, a mí me encanta conocer gente con talento, directores, productores, casting directors, pero porque es una delicia, te inspira, aprendes de ellos… Me encanta escucharles, saber cómo han vivido la experiencia de Hollywood desde su perspectiva… Pero esa desesperación que se siente aquí de los actores que está un poco en el aire, que la gente se pega a alguien que parece que puede interesarle por motivos profesionales, no va conmigo.
– ¿Qué te llevas a España de la experiencia de LA?
– Me llevo de Los Ángeles y de “la experiencia Hollywood” que aquí hay una energía súper fuerte que, o entras o te escupe, directamente. Yo tengo la sensación de que he entrado, con lo cual, ha sido una experiencia muy grata.
– Naciste en el seno de una familia madrileña, sencilla y trabajadora, que tenía cero antecedentes artísticos en casa. ¿Qué cara pusieron tus padres cuando llegas y dices: quiero ser artista?
– Reaccionaron muy bien. Cuando les dije, “quiero cantar”, que así empezó todo, me dijeron: pues guay. Prepárate, lucha por ello, si quieres ser cantante haz algo para serlo, nosotros no vamos a ponerte trabas. Yo era un pésimo estudiante, porque era muy vago. Y mira que ahora estudio muchísimo los guiones, etc. Pero creo que los profesores no tenían idea de despertar mi motivación: memorizas porque hay examen y tienes que aprobar y punto. Eso era imposible de entender para mí.
– Es que ya eras un artista pero aún no lo sabías….
– Lo mío era la intuición…. Así que cuando mis padres me dijeron que sí, que me apoyaban, empecé a dar clases con una profesora de canto lírico, cursos de repertorio musical, poco a poco empecé a ir a castings, uno tras otro, hasta que sonó la campanita y entré a mi primer musical ni más ni menos que como protagonista… Tenía entonces dieciocho años, era electrónico y todo mi sueldo iba para ayudar a mi familia… Así que dejé el trabajo. Fue una emoción enorme. Y a los quince días, después de empezar los ensayos, me echaron a la calle por ser mal actor: me despidieron.
– Menuda primera experiencia profesional… Con esa sensibilidad artística que traes y siendo tan joven, ¿cómo lo superaste?
– Llorando y llorando y llorando… Era muy masoca por aquella época. Me ponía el VHS del musical en la tele y lo veía una y otra vez a ver en qué me había equivocado, hasta que mi padre me dijo: haz el favor de salir de casa… Ahí aprendí que la vida es como una “Y”, te da un palo y tienes dos vías de salida, a la derecha o a la izquierda. Uno te lleva al foso y te hundes, o el otro camino, que te enlaza con nuevos caminos y nuevas experiencias. Tomé ese y a las dos semanas me llamaron de un grupo musical que era muy famoso por aquel entonces en España que se llamaba La Década Prodigiosa y empecé a trabajar de nuevo durante año y medio.
– Y llevándolo al día de hoy… ¿Cómo lidias con la inseguridad y el famoso rejection que sufren los actores, sin importar lo famosos que sean, una y otra vez en el mundo laboral? Aguantar miles de “no” para llegar a un “sí”
– Nosotros tenemos una pasión por nuestro trabajo, ojo que no es amor, es pasión, que si lo máximo sería tener un cien por cien, nosotros tenemos un seiscientos por ciento.
– ¿Qué consejo le darías a un artista para no tirar la toalla?
– No perder el amor por su profesión, más que nada, la pasión. El sí puedo, sí puedo, sí puedo… Hay gente que tiene la suerte de vivir de esto durante toda su vida y otros que tienen que acercarse a ello como una segunda opción, tener un trabajo fijo, pero tomarlo aunque sea como un hobby y nunca dejarlo. Muchos compañeros que están tratando de dedicarse a esto en España hacen mucho teatro, ¿y sabes cuánto cobran? Igual veinte euros a la semana… ¿Eso qué es? Por mucha pasión que tengas, hay que tener más que eso, hay que sustentarlo con algo.
– Aunque tenías un carrerón a tus espaldas, tu papel en Velvet te catapultó al estrellato internacional. Se nota que eres una persona bastante familiar y con los pies en la tierra. ¿Cómo llevas el peso de la fama?
– Lo llevo muy bien, con calma. Soy muy consciente de que la fama en mi trabajo no es más que una ola. Mi oficio es un océano, de pronto se levanta una ola que logras surfear, después termina y tú tienes que tener mucha paciencia y estar atento hasta que llegue una que te vuelva a levantar. Pero siempre tienes que ser consciente que esa ola es imaginaria, no es real, no es “un antes y un después” en tu vida, ni toda tu vida va a ser así. Es algo puntual. Ir por la calle y que la gente te reconozca es muy bonito, es tu trabajo al fin y al cabo. No por ego, para nada. Me encanta cuando alguien te cuenta cómo le has motivado, cómo le inspiraste en una relación gracias a tu papel, o cómo quisieron actuar por haberme visto interpretar, etc. Pero de ahí a ir caminando por la calle y buscar esa mirada que me reconozca… Noooo, nada de eso. No soy eso ni quiero serlo. Y como llegue a serlo un día, no te preocupes que mi padre, mi madre o mis hermanos se encargarían de darme la vuelta a la cara de un guantazo.
– ¿Cómo es la relación con tus hermanos?
– Maravillosa. Mi hermano cumple ahora 29 y mi hermana cumplirá 24. Ella es una tatuadora maravillosa. Mi hermano tiene su propia familia, con sus enanos. En casa somos uña y carne. Ahora estamos un poco más distanciados por el tema de nuestras vidas, que cada quién ha tomado rumbos muy diferentes. Pero en cuanto nos juntamos, empezamos a recordar… En las reuniones nos pasamos el tiempo diciendo: te acuerdas cuando esto y cuando lo otro, recordando gamberradas… Ahí es cuando me doy cuenta por primera vez de que me voy haciendo viejo.
– Y tú… ¿Te ves formado algún día tu propia familia, como ha hecho tu hermano?
– Obvio, me encanta. ¡Eso sí que es algo prioritario para mí! Está más en mis planes tener una familia que hacer carrera en Hollywood.
– ¿Cuál es el mejor consejo que te han dado tus padres?
– Sigue siempre siendo quién eres, siempre me lo han dicho. Mi madre dice que es mi mejor arma, mi as secreto escondido en la manga. Me dice: “hijo, un día podrás ser mejor actor y otro, peor; pero sé fiel a tu esencia, sé quien eres, porque siendo como eres, puedes conseguir lo que quieras en la vida»… Estoy de acuerdo con ella, mi carácter me gusta, que no tengo que gustarle a todo el mundo, ojo, pero a mí me gusta como soy.
– ¿Qué es lo que más te gusta de ti?
– La lucha, la fe que me tengo, la seguridad en mí mismo, aunque sea una seguridad seleccionada. Cuando hago la primera lectura de un guión me siento súper inseguro siempre, pienso con total certeza: me van a echar.
– Claro, es el trauma de tu primera experiencia laboral jajaja… Pero te garantizo que si no tuvieras mucha seguridad en ti mismo, no estarías donde estás.
– Exacto. Sé lo que quiero y lucho por conseguirlo. Y cada día que va pasando, lo siento más, siento más seguridad en quien soy. Mis taras o defectos, los convierto en una virtud. Porque lo que somos, es importante… Pero lo que no somos, también. Define tu personalidad, te hacen ser quien eres… Te hace diferente. Y lo diferente es lo bonito.
– ¿Qué rescatarías de tus recuerdos de infancia?
– Mis desayunos por las mañanas: leche con galletas molidas en un vaso… Y más que nada, lo que más extraño de mi infancia son los seres queridos que se fueron antes de tiempo, que sé que están mirándome desde ahí arriba. Eso es lo que me quedó de niño, los recuerdos más fuertes que tengo son los de aquellos que se fueron… Mis partidas de futbolín con mi tío a los siete años, por ejemplo. Por desgracia, tengo demasiada gente ahí arriba: mis tíos, mis cuatro abuelos y muchos amigos. Debo llevar más de dos mil quinientas funciones de teatro a lo largo de mi vida ¿no?… Pues cada vez que me subo a un escenario, siempre miro al cielo y digo: estoy aquí por vosotros, me encantaría que lo hubierais vivido conmigo y sea lo que sea, aunque sea sólo un porcentaje pequeñito de la energía que se mueve por aquí, quiero que logre llegar hasta vosotros ahí arriba y podáis verlo o disfrutarlo conmigo…
– ¿Te consideras a ti mismo como una persona de fe?
– Sí, tengo fe, creo en muchas cosas… Creo que la espiritualidad es una experiencia muy personal. No soy una persona religiosa, pero siento mucho el poder de las energías, del alma de las personas, creo en esa fuerza que nos hace querer ser mejores, no gracias a nadie, a un nombre que pongamos a un “ser especial”, soy más de energías, de amor, de solidaridad, de la intención que nace desde el corazón de uno mismo por ser mejor.
– Energía, intuición… ¿Qué importancia tiene eso en tu vida?
– Hoy por hoy, mucho. Llevo un tiempo explorando, leyendo acerca de las energías, de la reencarnación, es fascinante… De cómo lograr llevar el yo hasta tu máxima potencia. Creo en eso, en trabajar en la consciencia de uno: conocerte mejor te hace ser mejor, ser más fuerte, saber dónde quieres ir y qué quieres hacer para lograrlo…
– ¿Crees que nacemos con una misión o que nos lo inventamos aquí nosotros?
– Creo que cada uno nace con un objetivo: uno puede ser ayudar, otro cambiar el mundo, otro donar su vida… O te viene genéticamente de antiguas vidas o te llega porque seas un ser muy único, un niño índigo… Creo que cada uno llega aquí por algo. Cuando alguien te dice, no sé que hacer con mi vida, es momento de escucharse uno mismo, no de darle oídos a la sociedad o lo que te han dicho que debes hacer según la percepción que alguien tenga de ti… Es preguntarse uno mismo ¿tú que quieres? Callar la mente y escucharse.
– Tú, Adrián Lastra… ¿Por qué crees que has llegado a este planeta nuestro llamado tierra?
– Para aprender a disfrutar de la vida. Ese es mi lema. He venido para disfrutar de lo que hago, de una conversación, de un viaje, de cada momento… Porque el tiempo no existe, el ayer y el mañana nos atrapa. La sociedad nos define en el pasado y en el futuro, pero ¿y ahora? ¿por qué no puedo disfrutar de este plato de macarrones con los cinco sentidos? Creo que yo vine a aprender eso y créeme que lo estoy disfrutando.
– Cumples esta semana 34 años… Si pudieras hablar con el Adrián de siete… ¿Qué le dirías al mirar atrás con tu experiencia de ahora?
– Muchas, muchísimas cosas, tendríamos una conversación larguísima, pero le diría seguro: «Adrián, disfruta de la vida, disfruta de todo, disfruta de tu gente, porque nunca sabes cuándo es el final; ríete, haz el gamberro, sé quien quieras ser. Disfruta mucho de lo que tienes y de lo que no tienes, que disfrutar de lo que no tienes, también es muy bonito».
– Hoy estás aquí, en Hollywood, celebrando tu cumpleaños. ¿Me harías un balance de tu vida?
– ¡Lo tengo claro! Yo tengo un hashtag muy personal, desde hace mucho tiempo, que lee así: #pamiscojones . Así que ese sería el balance de mi vida: pa’ mis cojones… Que quiere decir que nadie me ha regalado nada, que he luchado y lucho mucho y eso, cuando miro atrás y veo todo lo que he logrado con tanto esfuerzo, con tantos altibajos en el camino, tantas bofetadas, tantas alegrías, tantas penas, me digo a mí mismo con orgullo cuando disfruto de esos ratitos buenos que la vida me regala: Olé Adrián, ¡pa tus cojones!
– A quién o qué le estás más agradecido…
– A mis padres, por supuesto. Por su cariño siempre, por su apoyo, por emocionarse cada vez que ven mi trabajo o que me subo a un escenario. Son para mí una fuente de felicidad. La energía constante de su amor me mantiene activo siempre.
Sígue al BLOG DE LOS ANGELES en instagram y en twitter
Entrevista/Fotos: Nunu para NUNU PICTURES
Vestuario:
ADRIAN LASTRA:
© Queda prohibida la reproducción total o parcial de este contenido, por cualquier medio o procedimiento, sin para ello contar con la autorización previa, expresa y por escrito de la editora. Para obtener licencias o permisos de uso de artículos y fotografías o cualquier otro contenido de www.blogdelosangeles.com, por favor comuníquese con nosotros en el email nunupictures@icloud.com. Se permiten enlaces (links) a este sitio sin permiso escrito previo, siempre y cuando se identifique que el usuario está vinculado a www.blodelosangeles.com. NUNU PICTURES se reserva el derecho de prohibir cualquier vínculo a este sitio si el mismo se considera inapropiado por cualquier razón. Gracias por su interés.